La psoriasis es una enfermedad mucho más frecuente de lo que pensamos. Por este motivo, cada vez es más elevada la inversión en investigación y desarrollo de nuevos tratamientos. Continuamente aparecen más tipos de medicamentos. A los tópicos y sistémicos de síntesis química, se añadieron en los años noventa los biológicos. Recientemente, los denominados biosimilares han irrumpido ya en el mercado y lo seguirán haciendo en el futuro.

En los últimos tiempos la formulación magistral, también denominada formulación de medicamentos individualizados, está ganando protagonismo dentro del sistema sanitario moderno. Este tipo de medicamentos son especialmente útiles cuando no existen alternativas terapéuticas fabricadas industrialmente.

La personalización de los medicamentos es una necesidad sanitaria tanto en el ámbito ambulatorio, cubierto por las oficinas de farmacia, como en el hospitalario, resuelto por los servicios de farmacia hospitalarios. Entre sus aplicaciones más comunes están:

Todavía nadie ha encontrado una cura para la psoriasis. Sin embargo, diferentes medicamentos, algunos ya en el mercado, otros, todavía en investigación, se están presentando como una revolución para el tratamiento de la psoriasis y la artritis psoriásica. Estos nuevos fármacos tienen el potencial de “blanquear” la psoriasis mejor que cualquier otro tratamiento anterior. Algunos de ellos también funcionan en la artritis psoriásica y, tanto dermatólogos como reumatólogos, son optimistas respecto a la mejora de los pacientes.

Durante el 2015, los avances contra la psoriasis se concretarán en la comercialización de nuevos medicamentos que aportarán novedades y mejoras para los pacientes. Además, seguirán su curso muchas otras investigaciones para obtener nuevos fármacos, que se encuentran en sus últimas fases de estudio. Así pues, es una realidad que la psoriasis es una enfermedad que concentra numerosas investigaciones ahora mismo. En la mayoría de los casos, el objetivo es regular la inflamación, mediada inmunológicamente, que caracteriza a la psoriasis. Paralelamente, y como ya anunciamos en el número 79 de nuestra revista, en 2015 aparecerán en España los primeros medicamentos biosimilares, copias aproximadas de los medicamentos biotecnológicos, que este año perderán la protección de su patente.  

Os invitamos a leer este artículo, publicado en la edición de invierno 2015 de la revista Psoriasi.

El uso de la ecografía dermatológica abre un abanico de posibilidades en el control y en el manejo del paciente de psoriasis y artritis psoriásica. La utilización de esta técnica en la consulta de dermatología permitirá, en poco tiempo, la detección precoz de la artritis psoriásica y el control de la inflamación, durante el tratamiento. Un grupo de dermatólogos españoles, bajo el nombre de Ecoderm, está trabajando ya en sus consultas con un ecógrafo cutáneo-articular para mejorar la valoración clínica del paciente con psoriasis. Se espera que esta técnica empiece a utilizarse de forma más general en los hospitales y clínicas españoles en los próximos meses.

Las aplicaciones de la ecografía dermatológica en el campo de la psoriasis son múltiples:

1. Los pacientes con artritis psoriásica debutan en la mayor parte de los casos con lesiones meramente cutáneas. El retraso del inicio de tratamiento de la  artritis podría verse reducido mediante la valoración ecográfica dermatológica en consulta para adelantar el tratamiento reumatológico.

2. La afectación de las uñas en el paciente con psoriasis parece en muchas ocasiones asociado a una artropatía psoriásica subclínica (que no llega a producir síntomas), pero que se puede detectar con una ecografía. De esta forma el dermatólogo puede detectar estos cambios precoces para tomar las medidas oportunas de forma precoz.

3. En ocasiones, los pacientes con psoriasis presentan molestias alrededor de las uñas en dedos aparentemente libres de enfermedad. En esos casos, la ecografía puede revelar la inflamación, que no se detecta externamente, como causante del dolor, que puede ser adecuadamente tratado mediante la infiltración de diferentes sustancias estabilizadoras de la inflamación.

Extracto del artículo del Dr. Antonio Martorell publicado en la revista Psoriasi nº79 (otoño 2014).

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En los años 90, los fármacos biológicos irrumpieron en el tratamiento de la psoriasis y de la artritis psoriásica, causando una auténtica revolución. Desde entonces, miles de pacientes se tratan con estos medicamentos que, han permitido mejorar la calidad de vida de los afectados de forma notable. Ahora muchos de estos fármacos verán como, en 2 o 3 años, finaliza su patente. Este hecho abre la puerta a la aparición de un nuevo tipo de medicamentos: los biosimilares que como su nombre indica son parecidos pero no iguales a los biológicos originales. En este reportaje, publicado en la revista Psoriasi nº 79, explicamos qué son y que no son esta nueva serie de fármacos, que en los próximos  años llegarán a España. 

¿Un cambio de tratamiento?

Un biosimilar es un fármaco de los denominados "biotecnológicos" (fabricados a partir de organismos vivos) con un principio activo o sustancia biológica comparable al medicamento biológico de referencia. El biosimilar se fabrica una vez que la patente del segundo ha expirado, lo que sucede al cabo de 10 años de su registro.

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