¿Qué es artritis psoriásica?

La artritis psoriásica es un trastorno inflamatorio crónico que afecta a las articulaciones y a la zona donde se unen los ligamentos y tendones al hueso (entesis).

Los síntomas habituales son la inflamación, el dolor crónico, la rigidez, la hinchazón de los dedos de pies y manos (dactilitis), e incluso la deformación articular. Afecta tanto a las articulaciones periféricas (codos, brazos, piernas, muñecas, manos y pies), como a las articulaciones del esqueleto axial (caderas, hombros y columna vertebral). En ocasiones, puede conllevar una inflamación ocular (uveítis) y/o intestinal (enfermedad inflamatoria intestinal). Puede presentarse, al igual que la psoriasis, en forma leve, moderada o grave.

Aproximadamente entre el 10% y el 30% de los pacientes con psoriasis desarrollarán artritis psoriásica a lo largo de su vida. Aunque se desconoce su origen, se cree que es consecuencia de la suma de factores genéticos, inmunológicos y ambientales (tabaco, obesidad, estrés, etc.).

Investigaciones recientes apuntan que las personas que padecen enfermedad psoriásica moderada o grave tienen un mayor riesgo de padecer dolencias asociadas como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipercolesterolemia, síndrome metabólico o hígado graso no alcohólico. En cuanto a la salud mental, la ansiedad, la depresión y el estrés son padecimientos muy frecuentes> en los pacientes psoriásicos. Todas estas afecciones son las conocidas como comorbilidades, enfermedades asociadas a la enfermedad psoriásica que influyen en la salud y la calidad de vida de quienes las padecen.

Para prevenirlas, es vital mantener la artritis psoriásica bajo control mediante un tratamiento farmacológico adecuado y unos hábitos saludables (no fumar, llevar una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico, no beber alcohol).

Cuando las articulaciones duelen

Tipos de artritis psoriásica

Los tipos de artritis psoriásica según sus manifestaciones clínicas son las siguientes:

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La artritis psoriásica se manifiesta de diferentes formas. A menudo, sus síntomas son muy similares a los de la artritis reumatoide dando lugar a diagnósticos erróneos. En ambas dolencias, la sensación es que nuestras articulaciones están inflamadas, nos duelen y las notamos más calientes con respecto a otras zonas del cuerpo.

Los reumatólogos, atendiendo a la zona de nuestro cuerpo afectada distinguen entre artritis psoriásica axial (la menos común), periférica y mixta.

La zona axial de nuestro cuerpo, nuestro eje central, es aquella formada por la columna vertebral (cervical, dorsal, lumbar, sacro y coxis). Las articulaciones periféricas serían los brazos, hombros, codos, muñecas, manos, piernas y pies. Cuando la artritis psoriásica afecta, por ejemplo, nuestra columna (zona axial) y nuestros brazos (periférica) diremos que es un tipo de artritis psoriásica mixta.

La enfermedad puede atacar solo a articulaciones de un lado de nuestro cuerpo (asimétrica) o en ambos lados (simétrica). Si afecta a cuatro o menos de nuestras articulaciones nos referimos a la forma oligoarticular, la más habitual. Las formas más graves de la enfermedad son las poliarticulares, cuando 5 o más de nuestras articulaciones se ven dañadas. En todos los casos, hay un impacto en la vida diaria y en la movilidad, por ello es imprescindible que un reumatólogo valore el grado de afectación y tengamos una buena adherencia al tratamiento.

Recordemos que los 3 síntomas comunes a todos los tipos de artritis psoriásica son el dolor, la hinchazón y la rigidez de las articulaciones afectadas.

¿En qué nos basamos para decir esto?


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